La creciente exigencia de transparencia y prácticas sostenibles en el tejido empresarial europeo culminó en la adopción de la Directiva de Reporte Corporativo de Sostenibilidad (Corporate Sustainability Reporting Directive – CSRD). Esta directiva reformula las obligaciones de reporte no financiero, ampliando significativamente el alcance de las empresas sujetas a estrictos requisitos de divulgación de información ambiental, social y de gobernanza (Environmental, Social and Governance – ESG). Con un impacto significativo en las prácticas de cumplimiento, esta directiva impone formalidades más detalladas y armonizadas, exigiendo una adaptación.
Ámbito de Aplicación y Plazos de Implementación
La CSRD introduce una ampliación sustancial de las entidades sujetas a reporte de sostenibilidad, sustituyendo la anterior Directiva de Reporte de Información No Financiera (Non-Financial Reporting Directive – NFRD). El nuevo régimen se aplica de manera progresiva, conforme al tipo de entidad:
1. Empresas previamente cubiertas por la NFRD (más de 500 empleados) – obligación de reporte a partir del ejercicio de 2024, con la primera publicación en 2025.
2. Otras grandes empresas (cumpliendo al menos dos de los tres criterios: más de 250 empleados, 40 millones de euros de volumen de negocios neto o 20 millones de euros de balance total) – reporte requerido a partir del ejercicio de 2025, con publicación en 2026.
3. Pequeñas y medianas empresas cotizadas en bolsa (excepto microempresas) – reporte obligatorio a partir del ejercicio de 2026, con la primera publicación en 2027, existiendo un régimen transitorio que permite la dispensa hasta 2028.
4. Entidades extracomunitarias cotizadas en un mercado regulado de la UE (con un volumen de negocios superior a 150 millones de euros en la UE, o que tengan filial/sucursal en la UE que gestione más de 40 millones de euros en volumen de negocios) – sujetas a reporte a partir del ejercicio de 2028, con publicación en 2029.
Principales Obligaciones e Impacto en Cumplimiento (Compliance)
La CSRD refuerza la obligación de reporte mediante las Normas Europeas de Reporte de Sostenibilidad (European Sustainability Reporting Standards – ESRS). El primer acto delegado relativo al primer grupo de estándares ya está disponible, compuesto por 12 estándares. Estos ESRS establecen criterios rigurosos y uniformes para la divulgación de información ambiental, social y de gobernanza. Entre los principales desafíos en materia de cumplimiento, se destacan:
• Integración de los requisitos de sostenibilidad en la estrategia empresarial, exigiendo un enfoque transversal a la gestión del riesgo y la gobernanza corporativa, que debe reflejarse adecuadamente en el informe de gestión.
• Verificación obligatoria de la información mediante un proceso de auditoría de garantía limitada sobre el informe de sostenibilidad de la empresa, incluyendo la conformidad del informe con los estándares de reporte, así como sobre el proceso implementado por la empresa para identificar la información reportada, con el fin de reforzar la fiabilidad y la transparencia del reporte.
• Adopción del principio de doble materialidad, implicando el análisis del impacto financiero en la entidad y del impacto en el medio ambiente y la sociedad.
• Digitalización e interoperabilidad de los informes, con la obligación de publicar en formato digital para facilitar el acceso y la comparabilidad de la información. Aquí cobran relevancia cuestiones relacionadas con los datos y la tecnología, que serán consideradas en la implementación de la CSRD, como la recolección de datos, la metodología aplicada, los procesos y el análisis, la credibilidad y la transparencia, y los sistemas e infraestructuras de TI.
La complejidad y el rigor de este nuevo marco normativo exigen una preparación cuidadosa, siendo esencial que las entidades afectadas inviertan en la capacitación interna y en el desarrollo de mecanismos eficaces para garantizar el cumplimiento. La transparencia y la sostenibilidad han dejado de ser meros principios orientadores para convertirse en elementos centrales de la gobernanza corporativa moderna.
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